¡¡QUE TENSIÓN!!

El cortometraje “Diez Minutos” de Alberto Ruiz Rojo te absorbe de principio a fin. Comienza con una historia banal, un joven, Gustavo Salmerón, que llama a una telefonista para pedirle un número. El problema comienza cuando la chica que le atiende, Eva Marciel, por seguridad no le facilita esa información y le pone todas las trabas que están a su alcance. El joven necesita el número de teléfono y va a llevar a cabo todas las tretas posibles para tratar de conseguirlo.

El diálogo es fantástico, contrapone el lenguaje de una telefonista, que se comunica como una auténtica máquina: “correcto, no le puedo facilitar esos datos...”; con el de un joven corriente que se encuentra desesperado y trata de encontrar comprensión en la persona que hay detrás de esas palabras tan impersonales.

El guión refleja los sentimientos de los dos protagonistas y esto se ve acentuado por el empleo de planos cortos y la banda sonora. Pero el cortometraje pasa de momentos emotivos a momentos de gran tensión y para esto se apoya en los efectos sonoros, que tienen un gran protagonismo.

La idea es original y aspectos técnicos como la iluminación, montaje y dirección me parecen muy buenos. Así le auguro un gran futuro a su director Alberto Ruíz Rojo y a su equipo.


ARTÍCULOS RELACIONADOS

'Diez minutos' en los festivales asiáticos
El corto español Diez minutos, seleccionado en el V Lucania Film Festival de Italia
Entrevista a Alberto Ruíz Rojo, director
Diez Minutos