06 marzo 2006

HACE FALTA UN CAMBIO RADICAL

II Cumbre sobre la Sociedad de la Información
La brecha digital se define como la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no saben como utilizarlas.” Así hablan Arturo Fernández y Evelio Martínez de esta realidad.

La ONU llevó a cabo en 2003 buenos resultados aunque el problema está muy extendido.

En la Segunda Cumbre sobre la Sociedad de la Información celebrada el pasado mes de noviembre en Túnez. Se mostró un panorama más alentador se puso de relieve “que la reducción de los costos de instalación de las redes móviles y la liberalización del mercado de telecomunicaciones han permitido una considerable mejora en el acceso a las telecomunicaciones, incluidas las comunidades rurales y distantes”. Y así países como África han triplicado el número de teléfonos fijos mientras que el número de teléfonos móviles ha aumentado a más de 50 millones. Pero también se establece que estos países crecen muy rápido y que esto hace que sea necesario mucho más tiempo para colmar la brecha digital. Entre las declaraciones vertidas en la cumbre destacó una obtenida del Informe sobre Internet móvil:

“Dado que más de 1000 millones de habitantes de países en desarrollo en todo el mundo viven con menos de 2 USD por día, cantidad que está muy por debajo del nivel mínimo de ingresos aceptado generalmente y necesario para adquirir y utilizar las TIC, es probable que persista el carácter fundamental de la brecha, a menos que las condiciones socioeconómicas básicas cambien radicalmente".

Eso es lo que hace falta un cambio radical. Asumir que el Tercer Mundo no encuentra vías de desarrollo y se muere, y que sólo las puede encontrar con la ayuda de los países desarrollados. Es esencial proporcionarles alimentos pero también dotarlos de medios de comunicación, invertir en esos países... Nodotar a estos países de infraestructuras de comunicación es impedir su evolución.